Crucé el quicio de la puerta…
“sólo es un momento” –le dije.
Necesitaba gritar.
¡QUERÍA GRITAR!
Eché un paso adelante
Y me advertí:
“Ya no hay vuelta atrás”
Recorrí mil caminos
Huyendo de mí
Huyendo de él…
Conseguí olvidarme
De quién fui una vez
Y de lo que fui junto a él…
Y empecé a vivir.
Fui para él
“la
Muñeca
Que
Pudo
Manejar
A
Su
Antojo”
Escapé a tiempo
Y comencé
Una ida sin retorno.
Ahora…
Regreso a ti
Sin apenas equipaje...
Traigo conmigo
Un corazón remendado
Y ramos de PRIMAVERAS
Con un SÍ y un NO entre las manos…
Y me pido
Acunarme en tu regazo
A la voz de tu arrullo
“como cuando era niña”
Y el tiempo jugaba de nuestro lado.
© SOL PEREDA
3 comentarios:
Que bonita foto pero aún más bonita la niña que juega por tus versos y salta en las rimas como en la rayuela,besillos,Sú.
Sólo falta dibujarlo!!!
Gracias David, te quedó preciosa la comparación!
Besillos
... dan ganas de darle un bocaillo en esos carrillos o en los bracitos...
(Al principio de la vida, nos es fácil cruzar una y otra vez el quicio de la puerta para demandar… atención, cariño, juguetes…, luego…, con el tiempo, aprendemos bien a creer que nos conformamos, viviendo en el lado opuesto al que realmente queremos estar…)
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